La tercera aventura larga de Megacuarenteno se trata de una aventura muy especial (100% libre de covides) que hace una reformulación del personaje y su entorno, saltándose las barreras del idioma, ya que no se utiliza ningún idioma conocido, y se recurre la mímica y expresividad de los personajes, junto al juego secuencial de las viñetas, para dotar a la narración de una acción continua hasta el final. En ella Megacuarenteno tendrá que volver a desempolvar su capa y recorrer cielo, mar y tierra para intentar recuperar un objeto muy especial.
Y es aquí, de esa fusión entre dos mundos, el del adulto y el del niño, de donde surgen las correrías de el ojete pelao, un personaje que a través de su propia experiencia y a su manera, intentará alumbrar vida a todas estas cuestiones.
Adicionalmente se incluyen otras historias cortas como la del señor rabaner, o la del joven matemático Gallois, basada en hechos reales.
A pesar de sus heroicos esfuerzos por salvar al país del sol naciente de tan grave amenaza, Limoncier sufrirá las consecuencias de dar rienda suelta a algunas de sus aficiones favoritas, como la compra compulsiva de botines o el dejar facturas pendientes de pago entre otras cosas.